Bienvenidos al mundo de la Incertidumbre





Si tienes un espíritu aventurero y utilizas tus dones y talentos para explorar y desarrollar nuevas formas de vida, quizás aún desconocidas, irradiando luz en entornos inexplorados con presencia y coraje, desafiando fronteras mentales y, sobre todo, amando lo que haces, te resultará fácil adaptarte a este nuevo estado de fluidez, dejándote llevar por lo que emerge desde tu interior, por el flujo natural de la vida y la continua creación.


Experimentarás un proceso de transformación interna al enfrentarte a tus miedos en un universo desconocido, descubriendo en tu interior recursos, fortalezas y posibilidades que desconocías. Esto te permitirá verte y valorarte desde una perspectiva completamente diferente.


Por otro lado, si todavía te aferras a una vida monótona diseñada por un "constructor" externo, manteniéndote atrapado en un estilo de vida marcado por la dependencia, el control y el miedo a perder ese control, entonces es una lástima. No sabes lo que te estás perdiendo.


Si prefieres seguir atado a múltiples grilletes impuestos y aceptados, asume tu responsabilidad, pues solo tú has decidido ceder tu poder y tu libertad.


Es hora de tomar conciencia del peso que nos ata a una realidad que no es más que un sueño absurdo y aplastante, que ni siquiera es nuestro. Es hora de soltar, de confiar en la vida.


Cuando soltamos las amarras, los velos y disfraces que ocultan lo real desaparecen, y comenzamos a volar. Todo en nosotros y a nuestro alrededor se transforma en amor. Observamos desde un lugar libre de inventos, fijaciones, controles o programaciones. Observamos sin distracción, sin temor, sin deseo. Observamos sin palabras, sin forma.


Y observamos hasta integrarnos completamente en lo observado, permitiendo que nuestro verdadero ser se manifieste y cree, no desde la mente programada, sino fluyendo con la vida.


La vida es transformación continua, nada es estático en este universo, todo está en constante movimiento. Las perspectivas cambian con el paso del tiempo, ya sea por convicción o por convulsión.


Siempre es la experiencia vivida lo que transforma a los individuos. Las palabras no pueden ser sentidas ni entendidas si no se experimenta lo que se trata de comunicar.


Las creencias aprendidas a través de la educación institucionalizada pueden ser diferentes de la exploración y experimentación reales que cambian nuestra percepción. Esta última no necesita discusión ni convencimiento, simplemente se vive y se siente.


Observar la diversidad de conciencias sin juzgarlas enriquece, permitiendo ver más allá de lo aparente y descubrir un cuadro interesante. La discusión y la competitividad solo revelan miedo y vanidad.


Como menciona Emilio Carrillo, el sufrimiento proviene de la vanidad y el miedo. Solo el amor es la verdad. Despleguemos la bandera blanca de la libertad que emana del interior de cada uno de nosotros, liberándonos del miedo y la vanidad. 


Es ahí donde nuestra verdadera dimensión se despliega y donde el amor comienza a manifestarse a través de nuestras palabras y acciones.


La vida es demasiado hermosa y efímera para perder el tiempo compitiendo con nuestros semejantes, a menos que nos divierta, en cuyo caso es una elección consciente dentro del juego.


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