Convicción o convulsión… Caminos paralelos...cada uno tiene grandes matices




Humanos contra humanos... qué triste y agotador resulta este ciclo. Todos luchan por dominar, pelean por tener la razón, sumergidos en la división y la separación, desencadenando conflictos, guerras, violencia y discordia.


Qué derroche tan absurdo de energía, y qué estéril es. Unos y otros se dejan llevar por el ego, defendiendo, rechazando, aferrándose, persiguiendo... sin darse cuenta de la trampa en la que caen, atrapados en un bucle de repetición constante, estancados en el tiempo y el espacio.


"Cuando te peleas, refuerzas el ego del otro... y esto crea un círculo vicioso". Como es adentro, es afuera. La misma mentalidad de poder y dominación que observamos en el exterior también nos habita.


Centrar únicamente nuestra atención en los llamados "enemigos" externos puede llevarnos al grave error de pensar que simplemente cambiando las estructuras o derrocando a los supuestos poderosos, lograremos un cambio significativo... pero esto es solo una ilusión.


Solo nos enredamos en las cosas externas y sentimos un vacío interno.


La vieja sociedad colapsará una vez que derroquemos nuestra naturaleza egocéntrica, individualista, materialista y depredadora.


"Cualquier cambio que deseemos ver en la realidad exterior comienza en nuestro interior, en nuestra conciencia, en nuestra vibración, en nuestro estado de ser".


Y esto se logra estando presente, no dispersos, siendo conscientes de cada impulso egocéntrico en nuestra vida cotidiana que genera caos y distorsión en el mundo exterior.

El afuera y el adentro (realidad interna, realidad externa) son una simbiosis…si los observamos como separados no estamos entendiendo nada.

El afuera que es adentro mismo manifestándose, es el holograma o espejo que nos muestra desde donde, o a través de que emociones y creencias estamos creando…es un proceso de darse cuenta de nuestros programas, hábitos, miedos, bloqueos y limitaciones auto-impuestas que generan la existencia que ya conocemos, que ya hemos experimentado y, que no tenemos ya la necesidad de repetir ... es, observarnos día a día nuestros pensamientos, jergas y actos para observar la sombra que nos habita y desde la que hemos generado realidad...


El exterior y el interior (nuestra realidad interna y externa) forman una simbiosis. Si los observamos como entidades separadas, estamos perdiendo de vista la esencia misma.


El mundo exterior, reflejo de nuestro ser interno, actúa como un holograma o espejo, mostrándonos cómo nuestras emociones y creencias dan forma a nuestra realidad. 


Es un proceso de reconocimiento de nuestros patrones, hábitos, miedos, bloqueos y limitaciones autoimpuestas que han generado la realidad que conocemos, una realidad que ya hemos experimentado y que no necesitamos repetir. 


Observar nuestros pensamientos, palabras y acciones día tras día nos permite vislumbrar la sombra que habita en nosotros y desde la cual hemos creado nuestra realidad.


Cuando logramos equilibrar el mundo exterior con nuestro mundo interior, nos convertimos en una tercera fuerza: el observador, el testigo. Solo entonces, cuando alcanzamos este equilibrio, podemos conocer la verdadera unidad.


Es hora de dar paso a una auténtica transformación, de empoderarnos para tomar las riendas de nuestros destinos y ser los constructores y servidores del bien colectivo. 


Debemos abandonar las trincheras, renunciar a la confrontación (pues ya conocemos sus resultados) y poner en práctica nuestros potenciales, habilidades y talentos innatos para convertirnos en el cambio que tanto anhelamos, en lugar de solo clamar por él.


Los grandes cambios y transformaciones que anhelamos se materializarán a través de cada uno de nosotros.


Es momento de vivir en coherencia, de ser tierra fértil, campo de cultivo despierto y fructífero para dar lugar a una nueva generación de seres humanos con visión de futuro. 


Debemos asumir nuestra responsabilidad en la realidad compartida y estar a la altura de los grandes ideales de unión, cooperación y co-creación.


Nos corresponde actuar, transformándonos a nosotros mismos, creándonos y expandiéndonos hacia el exterior. Debemos ofrecer lo mejor de nosotros mismos de manera auténtica, espontánea, genuina y natural, sin esfuerzo, sino con alegría, y asumiendo la libertad de crear con amor. 


Así encarnaremos una humanidad madura, libre, creativa y solidaria, y daremos paso a relaciones personales y sociales completamente renovadas.


Es fundamental que comprendamos que el cambio no proviene del exterior, ni debemos esperar que otros (políticos, gurús, héroes o líderes) lo traigan a nosotros. Es hora de reconocer que el desafío reside en cada uno de nosotros, en nuestras acciones diarias.


Cuando nos volvamos conscientes de esto y nos comprometamos, desde lo más profundo de nuestro ser y en nuestro entorno cercano, a ser el cambio que deseamos ver y que tanto anhelamos, entonces entenderemos que el dinamismo de la "Causa y Efecto" adquirirá una dimensión de Conciencia Plena. 


Experimentaremos la sincronicidad y resonancia, viviendo experiencias mucho más auténticas, naturales y enriquecedoras.


Es momento de que cada uno de nosotros comencemos a dar forma a nuevas realidades, guiados por el latido de nuestro corazón, encarnando nuestros más profundos anhelos y sentimientos, sin prejuicios ni limitaciones autoimpuestas. 


Debemos fluir desde la autenticidad de nuestro ser, siendo fieles a nuestra esencia más profunda, escuchando nuestra intuición, viviendo plenamente y con conciencia nuestra creación, aprendiendo de las nuevas experiencias que se nos presentan.


Decidir si romper o no con los viejos hábitos que nos mantienen atrapados en el antiguo ciclo es una elección personal y libre para cada uno de nosotros. No hay camino bueno o malo, ambos son senderos que nuestra dimensión espiritual elige como parte de nuestra evolución.


Convicción o convulsión... son caminos que corren en paralelo, cada uno con sus matices y lecciones. Es momento de reconocer que la elección está en nuestras manos, y que cada paso que damos nos acerca a la realidad que estamos creando.


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