Vivimos confinados en Nuestras Fronteras Mentales

Cuando te observo y solo veo lo que pienso acerca de ti, en realidad no te estoy viendo, sino que solo me veo a mí misma proyectada en ti.

Sin embargo, si elijo detenerme un instante y observar mis propios pensamientos sobre ti, podré identificar la fuente de esos pensamientos.

Al tomar conciencia de esto, podré liberarme de todos esos prejuicios que he construido sobre ti y comenzaré a verte verdaderamente por primera vez.

Si me limito a pensar en mí misma según diversos criterios, me daré cuenta de que me muevo por el mundo con esa imagen que he creado, pero eso no es quién soy realmente; es simplemente una construcción mental. 

Si no soy consciente de esto y no me libero de esos criterios, no podré verme a mí misma de manera auténtica y estaré perpetuando un personaje con múltiples máscaras.

A menudo, tenemos miedo de vivir plenamente, de sentir profundamente y de amar sin reservas, lo que nos impide ver, sentir y amar de manera auténtica a los demás.

Algunas personas podrían reflexionar sobre la necesidad de protegerse en ciertas situaciones, pero esta reflexión nos lleva a otro nivel de comprensión.

Queremos transformar nuestras vidas y evitar circunstancias incómodas, pero al abrazar la creencia de protegernos, estamos configurando realidades en las que vivimos esas mismas circunstancias acompañadas de otros seres que sintonizan con nuestra energía.

Este enfoque nos lleva a un conflicto interno: queremos vivir sin miedo y sin caos, pero al mismo tiempo abrazamos la idea de protegernos, lo que crea una incoherencia y desequilibrio internos.

El miedo se convierte en el impulsor de nuestra realidad diaria, generando efectos no deseados que creamos nosotros mismos.

Todo lo que observamos en otras personas y que nos genera inseguridad o la sensación de que necesita ser corregido, en realidad refleja aspectos de nosotros mismos que aún no hemos sanado o trascendido.

Lo que vemos en los demás son solo interpretaciones nacidas de nuestras propias sombras y miedos inconscientes.

Este punto de vista nos invita a explorar un espacio mucho más amplio y lúcido: el espacio del SENTIR.

Hoy he disfrutado de un momento de relajación escuchando una entrevista a Sergi Torres (Saltar al Vacío), donde comparte profundas reflexiones nacidas de su experiencia vital. 

Estas reflexiones desafían nuestros paradigmas y nos invitan a explorar nuevas perspectivas. Te invito a que la veas y te sumerjas en sus enseñanzas.