Cuando Vuelves a Casa



Cuando al marcharte me dejas,

la fragancia de tu ausencia…

me acompaña el amargo vacío, 
dulce amigo… hasta que vuelvas. 


Y, como siempre, me quedo
desolada entre los ecos,
de mis quietas intermitencias
buscándote entre las pocas cosas 
“nuestras” que aquí quedan…


Y si al día siguiente necesito
tal vez una risa queda,
claro!, no la encuentro…!
te la llevaste en tu maleta…


Como te llevas contigo
por las dudas, mis caricias 
junto con la alegría y tu paciencia
por el reclamo inclemente…
De si vuelves…, y que cuándo...
o que… otra vez!… y mi llanto…


Pero es que no dejas nada
aquí en la casa y se van contigo…
la pasión…
la suavidad…
lo fragante…
la ternura…
hasta la vida…


Y sólo me queda… 
una piel helada,
mis dos manos vacías,
el sexo clausurado,
la boca exánime
el cuerpo sin tu peso
que se siente tan liviano…


Y entonces quedo,
esperando…
Hasta que vuelves…
como siempre…
soplando siete alientos divinos
sobre mis labios que despiertan…
Huracanada tromba en el reencuentro


Devuelves la vida que es mía
saltando sobre mis raíces, feliz…como un niño
inundándome de almíbares
y dibujando con besos
mil sonrisas en mi cara


Y la memoria se esfuma…
Y el deseo nos gana…


Toda pena se olvida, mi amor
cuando vuelves a casa…



Escrito por Marta Mena







Publicar un comentario

0 Comentarios