El Adulto Mayor en Decadencia




"Pocos son los que prestan atención a estas cuestiones hasta que un día se ven absorvidos por una experiencia inesperada que forma parte de la Vida".


Hay que propiciar que sus últimos días se sienta cómodo y haga su proceso de despedida de una manera digna y rodeado de sus seres queridos, en un ambiente Sano y lleno de comodidades para que se sienta tranquilo y acompañado.


Desgaste, desánimo, desilusión, sentimientos negativos, desesperación, es una constante presente, sobre todo cuando son Conscientes de lo que fueron y aportaron a la sociedad en un tiempo pasado y en como se ven ahora.


Esto hace que, quienes les rodean, y los cuidan, hagan una gran labor, nada fácil, de bregar con esas emociones y ayudarles a conseguir un especial estado de Auto-aceptación de la realidad y de la Vida misma, para que la lucha consigo-mismo, cese.


No siempre se consigue pues la discapacidad física y psicológica, la dependencia de otras personas, y la toma de consciencia del abandono de partes de su clan familiar, hace que su auto-estima esté por los suelos.


A pesar de que esto es un proceso natural de la Vida, la gran mayoría de la sociedad, por el modo de vida adquirido, no está preparada para asumir esta responsabilidad, sobre todo al no poder comprender al Adulto Mayor en su nueva etapa de vida y al no poder o no estar dispuestos a aceptar sus nuevas inquietudes, sus nuevas necesidades y los gastos económicos constantes que este nuevo estado genera.




Estos cambios tan vertiginosos del Adulto Mayor, han ocasionado que ni él, ni la familia, estén preparados para aceptar un futuro tan decadente, tenso, frustrante y tan beligerante.


Tras mi experiencia en el cuidado de una Adulto Mayor en decadencia con una enfermedad grave, dependiente 100%, donde he tenido que aprender sola como resolver muchas cuestiones, observo que se tendrían que crear Redes de Apoyos o Programas que permitan el enriquecimiento de la vida social, espiritual y el cuidado del Adulto Mayor, aportando valor y conocimiento al entorno para sobrellevar las alteraciones constantes del proceso.


Cómo norma dentro de la formación de Vida, tendría que haber cursos, encuentros, talleres de convivencia intergeneracionales para propiciar la comunicación y la aceptación de los nuevos estados y necesidades que se irán haciendo presentes, preparando a las familias y a las nuevas generaciones para garantizar una convivencia armónica y un fortalecimiento integral.


Aunque hay muy buenos profesionales de la Salud para la Atención de los Adultos Mayores, las familias, hijos en concreto, no dejan de tener que estar involucrados en todo este proceso, por lo que los programas de orientación y formación tendrían que ser una realidad.


El éxito vital a la hora de afrontar este reto por parte de las familias no solo nace de Amor incondicional, sino también de las redes de apoyo para poder afrontar con serenidad, un fenómenos complejo, que requiere de recorrer territorios desconocidos y hacer actividades que no son gratas y que a veces se tornan muy desgastantes para el cuidador.


De todos es sabido que, el cuidador o cuidadora, que es el que presta ayuda y atención contínua, también se ha de cuidar así mism@ para no poner en riesgo su salud ante esta gran responsabilidad y dependencia.....Un doble juego, una doble acción que no hay que perder de vista.


Sería muy interesante crear "Escuelas de Vida".



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