Proyecciones Inconscientes




Miramos criticando como si supiéramos lo que vemos, más nos dejamos seducir por una certeza que nos hace de espejo. 


Hablamos como tuviésemos conciencia de lo que callan nuestras palabras, pero luego el silencio es el que acaba gritándonos en soledad, cuando la ética asoma, lo que en realidad ocultamos. 


Somos el acceso rápido a un patrón que busca defenderse y/o atacar según cada momento entre el miedo y la culpa, dándole el poder a quien vemos enfrente, de ser un dios o un demonio, según nos pilla, sin darnos cuenta que un proyector siempre ve su propia película.


Estamos incómodos en un sitio y echamos a los demás antes de yo coger e irme. Quiero gritar, pero prefiero guardar silencio para que todos sepan las ganas que tengo de gritar. 


Deseo un abrazo y en vez de abrazar, me hago "el interesante" para ver si se da cuenta. 


Estoy cansado en mi trabajo y no me siento valorado, pero antes de irme, cambiar la forma de hacerlo o comentar alguna mejoría, decido hacer cada vez menos para ver si el jefe se da cuenta...


En vez de expresar nuestras necesidades íntimas e individuales, intentamos hacer monerías para que el otro adivine cómo me siento y actúe de la forma que a mi me gustaría que lo hiciera para que yo pueda ser feliz. 


Esto no solo crea una comunicación irreal y falta de honestidad, sino que nos hunde a cada uno en la mediocridad de no permitirnos ser lo que realmente somos. 


Prefieres personas que te amen por lo que eres, o por lo que pareces ser?



Terapeuta Humanista Transpersonal
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