Querida hija: aquí te dejo mi Herencia sobre la Prosperidad (Nunca aceptes una rutina que te quiebre y te haga sentir esclava)


Arte: Claudia Tremblay


Herencia de una madre a su hija 
sobre la Prosperidad

Querida hija,

Aquí y ahora estás en un momento privilegiado para ti como mujer, aquí y ahora puedes conocer la VERDAD acerca del dinero y la prosperidad. Esa verdad que yo no pude conocer tan joven.


Yo tuve que trabajar mucho y muy duro para obtener poco dinero, siempre creí que necesitaba sacrificarme, dejar a un lado mi tiempo contigo, con una pareja y una vida bella, si en verdad deseaba obtener ingresos para el sustento básico.


Yo tuve que esclavizarme años: la libertad de mis veinte, el riesgo de mis treinta, la madurez de mis cuarenta y la sabiduría de mis cincuenta... todo lo entregué a un empleo, dejando atrás mis propios sueños.


¡Tienes mi permiso para hacerlo distinto!


Trabaja en lo que más te guste, en lo que sea tu pasión... Las flores, la jardinería, como chef, como empresaria, en tu marca personal, en eso que te provoca pasión. Es posible crear abundancia a partir de lo que se ama.


Nunca aceptes una rutina que te quiebre y te haga sentir esclava.


¡El dinero, el amor y la familia SÍ pueden ir de la mano! Si puedes tener dinero, todo el amor y una hermosa familia -si así deseas- y todo puede fluir e ir en armonía si haces lo que dicta tu corazón.


Por eso nunca digas a tus hijos o tu esposo que lo sacrificas todo por llevar sustento a tu hogar. Porque no necesitas sacrificar nada, mucho menos cuando lo que haces lo haces desde tu verdad interior.


Sé impecable con tus palabras, con tus actos, con tus deseos y el Universo pondrá en tus manos lo que necesitas. 


Sábete grande, inmensa, poderosa. Bendice tu camino con tus palabras, has de tus actos hábitos y sigue los deseos de tu corazón para llegar hasta donde quieras llegar en tus términos, sin importar lo que otros esperen de ti.


Aprende a serte fiel a ti misma, siempre.


Y finalmente, hija, abre tus brazos a la Prosperidad del Universo, sin culpas, sabiéndote merecedora, por que tú eres el Universo también, y cada parte de ti lo sabe.


Ya no tienes nada que sufrir, las mujeres de todos los tiempos lo hemos hecho lo suficiente para descubrir lo que aquí y ahora ES TU HERENCIA y la herencia de todas las de tu generación.


Vive, sonríe, agradece, disfruta y comparte.
¡Estos tiempos tuyos son tiempos distintos!


Tu Madre, 
ahora más sabia, más empoderada y quien tras años de servicio descubrió que lo más preciado es seguir el Sueño del Corazón.


Texto: Piedra de Luna 






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