La adversidad

 LA ADVERSIDAD

Todas las grandes lecciones de la vida llegan a través de las  adversidades, los contratiempos y los fracasos temporales.

Casi siempre se presenta sin avisar pese a todos los esfuerzos por evitarlo.

Las adversidades son provocadas por nuestros propios pensamientos, palabras y actos, otras veces son por los actos ajenos, y otras por motivos ocultos que desconocemos cómo puede ser el nacimiento de un niño con problemas físicos o psiquicos, o vernos en la experiencia de un desastre natural 

En la vida nada pasa por casualidad todo tiene una razón oculta, juzgarla es quedarnos en lo aparente, o en el sentido que le queremos dar para adaptar la explicación a nuestros pensamientos.

Nos abrumamos, perdemos los ánimos, nos dejamos abatir por las dificultades, nos fustramos, porque no estamos entrenados para enfrentarlas, para retarnos ante ellas, para transformarnos si es necesario.  

Auto-observación, Amor, Serenidad, Coraje y Perseverancia son nuestras poderosas herramientas para ver y elevarnos por encima de los miedos y la desesperanza.

Las adversidades son retos y oportunidades que forman parte de nuestro crecimiento personal y espiritual, sacando lo mejor de nosotros, nos despiertan las cualidades, habilidades y talentos que tenemos dormidos en nuestro interior.

Nuestros mejores éxitos en la vida siempre surgen un paso más allá del punto donde todo en nuestro interior nos dice que abandonemos, lo importante no son las caídas sino las veces que somos capaces de levantarnos y pulirnos como seres humanos.

                    Gran lección de superación a unos jóvenes 

por Nick Vujicic

No nos detengamos en buscar culpables ni a lamentarnos de nuestras circunstancias y, asumamos nuestra responsabilidad de sentirnos capaces de cambiar el curso de los acontecimientos hacia la dirección que deseemos.

Adversidad
Problemas
Dificultades     =     RETOS Y OPORTUNIDADES
Fracasos

Para empezar borremos de nuestro lenguaje éstas palabras que nos bloquean al oírlas y al decirlas, olvidemos que existen y las sustituimos por Retos y Oportunidades.

En segundo lugar nos tenemos que valorar mas con nuestros defectos y nuestras virtudes y decirnos a nosotros mismos YO PUEDO.

Adoptar un compromiso, el de no cerrar los ojos y obsevar lo que la vida pone ante nosotros para que sea afrontado sin miedo porque YO PUEDO.

 El compromiso de aceptar el reto pensando que es necesario para sacar lo mejor de nosotros y para nuestro crecimiento personal porque YO PUEDO.

El compromiso de elevar nuestras vibraciones con pensamientos positivos, buscando diferentes posibilidades para lograr el cambio que deseamos porque YO PUEDO.

El compromiso de coger las riendas de nuestra vida y poner Alma y Corazón en comprender la situación que estemos viviendo para transformarla, sintiendo, pensado, hablando y actuando con coherencia y armonía para que así sea porque YO PUEDO.

Busquemos valerosamente dentro de nosotros todos el potencial que tenemos, nos impulsará a llegar a toda meta que nos propongamos, sin aferrarnos a ninguna expectativa de como ha de ser el camino transitado, pues este puede ser recto, con muchas curvas o con bifurcaciones, pero las experiencias que en toda forma de camino encontremos, son para explorarnos y pulirnos hasta llegar al punto de encuentro de nuestras metas y sueños. 

Busquemos la inspiración en una idea, en un paseo, en la música, en un libro, en una persona con experiencia, en un sueño, en la naturaleza o en las pequeñas cosas de la vida. Observemos con atención lo que la vida nos va proponiendo.

Llevemos siempre con nosotros una libreta pequeña para apuntar las ideas que se nos ocurra porque siempre llegan cuando menos lo esperamos, son inspiraciones que emanan en cualquier lado.

Dejar los viejos hábitos y hacer cosas diferentes abre nuestra consciencia a un sinfín de posibilidades.

No debemos apegarnos a las cosas ni a las personas porque entonces seremos vulnerables y crearemos dependencias inútiles y cercenantes. Un apego es una fantasía de la mente que se puede eliminar y así poder vivir en libertad.

Después de salir de las dificultades el valor a la vida es mucho mayor y la sensación de superación es indescriptible, salimos fortalecidos y nos vamos conociendo un poquito mejor.

Tomemos el mando y la comunicación con nuestro cuerpo, de todas nuestras emociones, actos y pensamientos para sentirnos capaces de usar nuestra voluntad innata y crea y transforma nuestras circunstancias.